Como ya sabemos, si una mujer padece de una enfermedad de transmisión sexual, esta puede producir diversos efectos en el feto y el neonato, a continuación vamos a hablar de en qué momento se trasmiten y el tipo de tratamiento o medidas que hay que llevar a cabo en las principales ETS:
- VIH: puede transmitirse en el embarazo, en el parto o durante el periodo de lactancia materna. Como prevención la mujer debe realizar un tratamiento antirretroviral combinado, si se consigue mantener con un nivel de virus no detectable en sangre el parto podría ser vaginal, aunque siempre es más recomendable la cesárea.
- Hepatitis B y C: la B se transmite principalmente durante el parto, aunque también puede durante el embarazo. Lo que se debe realizar en este coso es tratar al recién nacido y administrarle la primera dosis de la vacuna durante las primeras horas de vida para evitar que se infecte.
- Herpes genital: este se va a transmitir sobre todo durante el parto. En cuanto al neonato, la infección por el virus puede acarrear consecuencias muy graves, produciendo lesiones en la piel, en los ojos o en el sistema nervioso central. Se recomienda en este caso la realización de cesárea.
- Chlamydia y gonococo: se transmiten sobre todo en el momento del parto y producen generalmente infección ocular (para evitarla se recomienda aplicarle pomada) y pulmonar.
- Virus del papiloma humano: esta infección es más evidente ya que pueden aparecer verrugas genitales o condilomas (estos a veces desaparecen después del parto). Esta infección se considera de bajo riesgo para el feto y el neonato. En este caso el parto puede ser vaginal aunque haya condilomas, excepto si estos son muy grandes o sangrantes.
Para más información consulta: Infección con repercusión fetal o neonatal
No hay comentarios:
Publicar un comentario